El Código Civil y Comercial de la Nación denomina cuidado personal a los deberes y facultades de los progenitores referidos a la vida cotidiana del hijo. Cuando los progenitores no conviven, el cuidado personal del hijo puede ser asumido por un progenitor o por ambos.
El cuidado personal compartido puede ser alternado o indistinto. En el cuidado alternado, el hijo pasa períodos de tiempo con cada uno de los progenitores, según la organización y posibilidades de la familia. En el indistinto, el hijo reside de manera principal en el domicilio de uno de los progenitores, pero ambos comparten las decisiones y se distribuyen de modo equitativo las labores atinentes a su cuidado.
En el caso de Cipolletti se tomó la decisión de otorgar el cuidado personal provisorio del niño a su madre debido a la situación de riesgo en que se encontraba el nene.
El fallo de la Cámara Civil que confirmó la medida cautelar destacó que se trata de una decisión provisoria que puede ser revisada en cualquier momento. Además, ponderó que fue adoptada en función del interés superior del niño y de su mayor beneficio.
El informe de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) dio cuenta de situaciones de maltrato en el ámbito familiar. También el Equipo Técnico Interdisciplinario del fuero de Familia reveló un grado de manipulación ejercida hacia el niño.
En este contexto se suspendió el contacto entre el padre y su hijo hasta tanto el hombre acredite la realización de un tratamiento psicológico. La medida fue apelada pero finalmente quedó firme.