Ese tribunal estuvo integrado por los jueces de Cipolletti Álvaro Meynet y María Florencia Caruso y por el magistrado de Roca Julio Martínez Vivot. En función de las agendas de cada uno de los funcionarios, se programará una audiencia para tratar los pedidos de las partes respecto de la detención de la acusada.
La mujer se encontraba con prisión preventiva domiciliaria monitoreada con pulsera electrónica. Además tenía dos cargos de presentación en la Comisaria Quinta de Centenario, que está cercana a su domicilio.
El 5 de junio fue declarada responsable del homicidio calificado de Eduardo Honores, que ocurrió el 7 de mayo de 2017 en Cipolletti.
Después del veredicto de culpabilidad, una persona se acercó a la Comisaria Quinta y entregó un dispositivo electrónico que había sido hallado en inmediaciones de las calles Primeros Pobladores y Belgrano de Centenario. Se determinó que correspondía a Irene Méndez y que, en consecuencia, había huido después de quitarse la pulsera.
El 7 de junio, a las 13:30, la mujer fue arrestada por la Policía de Cipolletti en calles Toschi y Arrayanes. Antes de las 24 horas, tal como establece el Código de Procedimiento Penal, la mujer participó de una audiencia con la jueza de turno para el control de detención. Allí la magistrada resolvió que la detención había sido legal y admitió los argumentos de la fiscalía sobre el riesgo de fuga. Indicó el Ministerio Público Fiscal que la calificación legal por la que Méndez fue hallada responsable admite el delito de prisión perpetua, más allá de que todavía resta la realización del juicio de cesura y las etapas recursivas antes de que la sentencia se considere firme.
Méndez fue asistida en esa audiencia por la defensa pública.