“Hay mil formas de hacer una mediación exitosa en Río Negro”, afirma uno de los mediadores que cotidianamente transita los pasillos del Centro Judicial de Mediación (CEJUME) de Cipolletti, de Cinco Saltos y Catriel.
La confidencialidad que hace al trabajo de un mediador no permite, al menos en estos párrafos, revelar su identidad. Por las mismas razones se utilizan aquí nombres ficticios.
Paula es empleada doméstica, tiene unos 40 años y desde hace tiempo que reclama la cuota alimentaria que debe abonar el padre de sus hijos. Por ello acude al servicio de mediación.
La mediación prejudicial es gratuita y obligatoria en la provincia de Río Negro para los casos donde se presentan desencuentros familiares o disputas patrimoniales. Es decir, antes de ir a juicio las personas deben atravesar la instancia de mediación.
“Los mediadores tenemos el rol de facilitar, de abrir puertas, de optimizar y agudizar el ingenio”, sostiene una de las mediadoras.
El caso de Paula fue particular. Sus patrones no le permitieron que abandonara el trabajo en horario laboral para poder asistir a la mediación. La profesional encargada de arribar a la solución de este conflicto apeló al ingenio y comenzó a golpear las puertas de la casa donde Paula desempeñaba tareas. “Le llevaba una propuesta, me acercaba con información y ella me contestaba si le servía o no, estábamos hablando del monto económico que ofrecía el padre de sus hijos”, sostiene la mediadora. De regreso al CEJUME, la profesional analizaba las pretensiones y se reunía nuevamente con el requerido, es decir con el padre que debía abonar la cuota.
Una y otra vez la mediadora hizo el mismo recorrido. Desde el CEJUME hasta la casa de los patrones de Paula. Hasta que arribaron a una solución que conformó a las dos partes. “Conseguimos eso, que las dos partes se queden conforme con el acuerdo, esto es lo que permite la mediación”, grafica la profesional.
La mayoría de las mediaciones que se llevan adelante a través de audiencias en los CEJUME o en las Casas de Justicia son por temas familiares: regímenes de comunicación entre padres e hijos y cuotas alimentarias.
También se presentan conflictos patrimoniales que involucran a adultos de la tercera edad. “Ante estas situaciones nos vemos obligados a apelar a todas las herramientas posibles. A un hombre mayor, con un estado frágil de salud, problemas económicos y de movilidad, no lo podemos citar. No podemos pretender que se acerque hasta las instalaciones que ofrece el Poder Judicial. Entonces nos movemos nosotros”, detalla otro de los mediadores.
La tecnología también se pone al servicio de la mediación en determinadas situaciones. Cada vez son más los casos, por ejemplo, que se resuelven a través de servicios de mensajería instantánea.
El año pasado se resolvió un conflicto familiar por medio del servicio de mensajería electrónica de la mediadora. Prohibición de acercamiento mediante, padre y madre de un niño no podían ponerse de acuerdo sobre el régimen comunicacional y los cuidados compartidos del menor.
En este contexto se utilizó la tecnología como medio para llegar a un acuerdo, sin embargo el valor judicial del convenio se consolidó cuando las personas firmaron ante la autoridad del CEJUME.
En Río Negro, tanto mediadores como funcionarios que se desempeñan en el ámbito de los Centros Judiciales de Mediación han hecho de la tecnología una herramienta cotidiana para acortar distancias, tiempos y costos.
Se han realizado exitosas mediaciones entre localidades de la provincia, Viedma y Roca por ejemplo, e incluso con otras provincias. En el CEJUME de Catriel son habituales las mediaciones con la provincia de La Pampa. En general por cuestiones familiares o laborales, una de las partes se presenta ante los organismos judiciales pampeanos y se realizan audiencias en línea a través del servicio Skype.
En Río Negro, la mediación arrojó números alentadores en estos últimos años. Cada vez son más las personas que eligen resolver sus conflictos por fuera del ámbito de los Tribunales. Lo mismo ocurre en el fuero laboral con la diferencia que el servicio de conciliación es voluntario.
La incorporación de los defensores adjuntos para el ámbito de la mediación
Este año, en las cuatro circunscripciones judiciales juraron defensores adjuntos para llevar adelante las mediaciones obligatorias. Con anterioridad, el sistema funcionaba a través de abogados particulares designados “ad hoc” para las mediaciones.
Sin embargo desde el mes pasado, el Poder Judicial cuenta con su propio cuerpo de defensores preparados exclusivamente para asesorar a los ciudadanos en las mediaciones.
“Son profesionales jóvenes especialmente sensibles, perros de presa para defender al cliente”, los describió una de las mediadoras con más años de experiencia en la función.
“Se advierte la conformidad de los ciudadanos que llegan a una mediación. Muchas veces, con su problema a cuesta, atraviesan esta instancia después de que se le cerraron muchas puertas en otros ámbitos. Fatigados y cansados de relatar lo que les está sucediendo. En el CEJUME luego de una pequeña entrevista con la directora, se les asigna un defensor adjunto. No tienen que hacer ningún otro trámite. Los nuevos defensores te defienden 500 pesos como si fuesen 500 millones, estamos muy satisfechos con la incorporación”, sostuvo uno de los mediadores.
Más del 80% de los conflictos de 2017 se resolvieron en mediación
De acuerdo con el Suplemento Estadístico elaborado por el Centro de Planificación Estratégica en 2017 ingresaron 9237 legajos en los cuatro CEJUME de la provincia (Viedma, Roca, Bariloche y Cipolletti) y en las nueve delegaciones de Villa Regina, Sierra Grande, Río Colorado, Catriel, San Antonio Oeste, Allen, Cinco Saltos, El Bolsón y Choele Choel.
Los procesos más comunes son las prestaciones alimentarias, el ejercicio de la responsabilidad parental y daños y perjuicios.
Del total de 9237 legajos ingresados en 2017, 7830 legajos figuran en las estadísticas como “legajos finalizados”, es decir que se resolvieron el 84,7% de los conflictos mediables dentro de los CEJUME. El restante 15,3% de los conflictos fueron a juicio ante un Juzgado Civil o uno de Familia.