El nuevo modelo implica la separación de la tarea jurisdiccional de la administrativa y de mero trámite. Estas últimas estarán a cargo de la Oficina de Tramitación Integral Laboral (OTIL) de manera exclusiva.
Los tres jueces, por su parte, se abocarán de manera absoluta al trabajo jurisdiccional, aunque sin perder la dirección del proceso, resolver cuestiones de incidentes entre las partes de un juicio laboral, tomar audiencias y dictar sentencias.
La OTIL ofrecerá todo el soporte administrativo que requiere cada proceso y tendrá a su cargo los trámites de ejecución de sentencia, honorarios, acuerdos homologados, pagos y transferencias.
El formato se inició en 2014 para la reforma procesal penal de 2017 y luego se avanzó en el fuero de familia, en el civil y en el contencioso administrativo. En otra etapa se habilitaron las Oficinas de Tramitación Integral en el fuero laboral de Viedma y este año en las dos Cámaras del Trabajo de Bariloche. La de Cipolletti es la tercera experiencia.

El fuero, en números
Durante el primer semestre de este año, la Cámara Laboral de Viedma, la de Cipolletti y las dos Cámaras de Roca y Bariloche tramitaron 1.605 nuevos expedientes y dictaron 1.797 sentencias que pusieron fin a un conflicto. Entre los procesos más frecuentes se encuentran los reclamos por incumplimientos de la ley de contrato de trabajo, por accidentes laborales y juicios contra el Estado.
La conciliación prejudicial y la adhesión por parte de la provincia a la ley de riesgos del trabajo concentran toda la conflictividad inicial y aportan mayor celeridad a la resolución de los conflictos.