Recordó que comenzó a trabajar en la Contaduría General, junto al contador Guzzardi. Tuvo un paso por el Superior Tribunal de Justicia, muy corto.
Casi en paralelo con la llegada de la democracia, empezó a trabajar en la Oficina de Notificaciones, hasta esta semana.
En ese momento, la Oficina estaba ubicada frente al Sanatorio Austral, sobre calle Gallardo, en Viedma. Hasta ayer, su tarea fue notificar a miles de ciudadanos y ciudadanas de distintas cuestiones judiciales.
Roberto supo adaptarse a los nuevos procedimientos para notificar, cada vez más informatizados, pero nunca prescindieron del todo de lo personal. Sus experiencias más fuertes en la calle son cuando se desarrollan hechos de violencia: “tenés que poner la cara”, contó.
Desde 2016, el mismo año que comenzaron las notificaciones electrónicas para muchos sectores, quedó como Jefe del Área. Ayer, con los cuidados que la pandemia impone, tras despedirse de compañeras, compañeros, juezas, jueces, integrantes del STJ, a casi medio siglo, inició una nueva etapa.