El Ministerio Público Fiscal acusó a Figueroa por el delito de amenazas en contexto de violencia de género y finalmente se probó su culpabilidad. El juez que condujo el proceso penal dio a conocer el veredicto de responsabilidad ayer al mediodía. Le impondrá una pena cuando concluya la segunda etapa del proceso, que es la parte de la cesura.
El delito de amenazas prevé penas que van desde los seis meses hasta los dos años y son excarcelables, sin embargo en este caso - como el imputado tiene antecedentes - la sentencia será de cumplimiento efectivo. En un momento judicial posterior se deberá unificar la nueva condena con la que ya está cumpliendo.
En la apertura del debate la fiscalía acusó a Figueroa por el hecho ocurrido el 16 de noviembre de 2019. Indicó que la víctima se encontraba en la Isla Jordán de Cipolletti acompañada de su prima y que en ese contexto recibió el llamado telefónico del imputado.
En ese momento el hombre se encontraba detenido en el penal de Pomona y disponía de teléfono celular. Durante el contacto él le recriminó a ella el hecho de haber recurrido a los medios de comunicación para visibilizar la situación de violencia que padecía, incluso con su agresor preso.
La fiscalía consideró que Figueroa “no entiende que se acabó su historia con la mujer y por eso continúa con su conducta de hostigamiento y amenazas. Esa historia se terminó de manera violenta y él fue condenado”, se sostuvo en la apertura del debate.
Con posterioridad al hecho, el hombre fue trasladado al penal de Viedma.