En agosto pasado, en primera instancia, se hizo lugar al inicio de la acción de clase y se ordenó la retracción provisoria de las cuotas a febrero de 2018. Esta última medida fue apelada por la empresa administradora de planes de Volkswagen, pero la Cámara la confirmó.
La Cámara reiteró los argumentos con los que había resuelto otro expediente a favor de ahorristas y analizó en profundidad el sistema protectorio de los consumidores, los efectos de la crisis en las economías familiares y las condiciones de mercado que imponen las grandes automotrices. “Lo importante es asegurar la efectiva tutela de los derechos de aquellos que están en la posición más débil de la relación”, señaló el Tribunal.
Para los jueces es “incuestionable” que existió “una alteración profunda de las condiciones” que los ahorristas aceptaron cuando firmaron sus contratos: incrementos de los precios, inflación, recesión, pérdida de empleos y disminución promedio de los ingresos.
“Es de presumir -concluyó la Cámara- que se encuentren, sino en su totalidad, al menos en una amplia mayoría, en la imposibilidad de atender los notables incrementos de las cuotas y a partir de ello constreñidos a afrontar situaciones muy desventajosas, siendo necesario que desde la jurisdicción brindemos seguridades al respecto”.
Precios ficticios
La Cámara repudió la conducta empresarial de fijar precios “ficticios” que perjudican a los ahorristas. Explicó que los valores de los autos para los planes de ahorro se fijan en función de un “precio de lista” -que define la empresa fabricante, que a su vez controla a la empresa de administración de planes- que no es real, sino que está incrementado en un “20 a un 30 por ciento” sobre el valor al que se venden los autos fuera del sistema de planes en las concesionarias. Según constató el Tribunal -y no fue negado por la empresa en el expediente- “se crea una ficción de precios de lista de las fábricas que a la postre solo estarían destinados a los ahorristas de planes, realizándose las otras operaciones de ventas por las concesionarias con bonificaciones que llevan el valor de las unidades a uno real muchísimo más bajo”.
El Tribunal verificó que la empresa de Planes de Ahorro de Volkswagen “es una sociedad controlada por la fabricante de los vehículos”, pues su “capital accionario está casi exclusivamente en manos de Volkswagen S.A.”. Esta última es la que fija los precios, mientras que la administradora de planes alega ser “una persona (jurídica) ajena a la terminal automotriz, que nada puede hacer respecto del precio” de los autos.
Delegación de Comunicación Judicial
Segunda Circunscripción