En primera instancia, la fiscal Paula Rodríguez Frandsen expuso los hechos imputados, que ocurrieron en Viedma y El Cóndor, durante varios años, desde que las víctimas eran menores hasta la mayoría de edad. Finalmente, expresó las características del acuerdo que habían alcanzado.
Luego, la representante legal de las víctimas, Julia Mosquera, expresó que la condena mediante este procedimiento implica un paso más en el proceso de sanación, teniendo en cuenta que por el tiempo transcurrido las víctimas no están en condiciones de afrontar un debate tradicional.
Posteriormente, el juez Ignacio Gandolfi preguntó y repreguntó al acusado si comprendía el proceso, si aceptaba la culpabilidad de los hechos endilgados, si acordaba con el monto de la pena y su culpabilidad. Para establecer fehacientemente si comprendía, le consultó cuales eran los delitos y donde habían ocurrido. El imputado tiene 78 años.
Además, la defensa del acusado renunció a los plazos legales de apelación. Es decir, que de aceptarse el acuerdo abreviado por parte del juez en los próximos tres días, la sentencia quedará firme.
Justamente esa es una de las ventajas del procedimiento de juicio abreviado. La segunda tiene que ver con la reparación a las víctimas, al aceptar el victimario su culpabilidad, y el tercero en la mayor brevedad del proceso.