Luego de la denuncia, la fiscalía promovió la acusación por los delitos de lesiones leves calificadas por el carácter de funcionario policial en abuso de funciones. De acuerdo con las constancias del legajo, en octubre de 2018, a la medianoche, un grupo de jóvenes se encontraban en la zona de la estación de tren de Fernández Oro.
En este contexto, un patrullero de la Comisaría 26 estacionó en las inmediaciones y los policías pretendieron identificar a los integrantes de esa reunión. Como consecuencia el joven que fue víctima del procedimiento terminó con lesiones en el cuello y en el glúteo.
En la denuncia consignó que el primer policía que intervino lo tomó por el cuello para tirarlo al suelo y que el segundo, que manejaba el móvil, se bajó y le pegó con el objeto que utilizan los uniformados, comúnmente llamado tonfa o cachiporra.
El juicio se hizo en dos fases. En la primera se determinó la responsabilidad penal de los dos acusados y en la segunda la pena que debían aplicarle.
En ese segundo juicio de cesura, la fiscalía arribó a un acuerdo con la defensa. Como ambos uniformados no tienen antecedentes penales se aplicó una pena de seis meses de prisión en suspenso y el doble de inhabilitación para el ejercicio de función pública en la Policía de Río Negro, solo en lo que se refiere al escalafón de seguridad.
Es decir que por un año esos policías no podrán volver a trabajar en la calle. Además se les impusieron pautas de conducta por el plazo de dos años.