Para la totalidad de Magistrados y Funcionarios de la Jurisdicción y del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa, el trabajo presencial rige desde el inicio de la pandemia, inicialmente para abordar temas urgentes como amparos de salud, temáticas de Familia, formulaciones de cargo a detenidos, vencimiento de prisiones preventivas, cuestiones relativas a la violación del aislamiento social, entre otras, fueron abordadas desde el primer día de la pandemia. Luego se fue ampliando hasta alcanzar todas las temáticas.
Solamente quedaron exceptuados de ir a su lugar de trabajo aquellos que integraban los grupos de riesgo. Para ellos, se dispuso una unidad de teletrabajo con todas las herramientas digitales para que cumplieran su función. En esa misma fecha se decidió la obligatoriedad de dictar sentencias.
En cuanto a los trabajadores y trabajadoras, el informe correspondiente a la primera quincena de septiembre muestra que de los 1253 que se desempeñan en el ámbito de la judicatura, realizan trabajo presencial el 44,53%. Por otra parte, realizan teletrabajo un 39,12 %. En cambio, no realizan trabajo presencial ni teletrabajo el 20,9 por ciento. Conforman grupos de riesgo el 7,69 por ciento.
Actividad similar a la pre-pandemia
En la mayoría de los fueros del Poder Judicial, desde agosto a la fecha ya se verifican movimientos de expedientes similares a los tiempos de prepandemia. Hay más de 100 mil presentaciones desde que se implementó el sistema electrónico el 1 de agosto.
En el último mes se desarrollaron 986 audiencias penales, es decir niveles similares al promedio mensual de 2019. Además, entre agosto y septiembre se hicieron 2707 solicitudes procesales, mientras que en el mismo período del año pasado se habían realizado 2657.
Si bien el índice de actividad judicial en el fuero penal se encuentra en niveles de normalidad, lo que cambió fue la modalidad de las audiencias: el 66 por ciento se realiza de manera remota, utilizando las herramientas tecnológicas aprobadas por el Superior Tribunal de Justicia, un 31 por ciento fueron presenciales y un 2 por ciento semipresenciales. En total, desde el inicio de la pandemia, se realizaron más de 3300 audiencias que implicaron todas las instancias de los procesos penales.
En las Cámaras Laborales, antes de la pandemia, se promediaban 3200 movimientos semanales. Durante el último mes, el promedio fue de 2900 semanales. La cantidad de movimientos en los expedientes se dio a pesar de una baja en los ingresos: para el período enero-septiembre del año 2020 se registran 2.101, mientras que para igual período del año 2019 se registraron 2.837, completando un descenso del 26% en los ingresos.
En los distintos juzgados y Cámaras Civiles se produjeron en las cuatro circunscripciones 43.825 movimientos en los dos últimos meses, con 61.232 archivos transferidos a través de la Mesa de Entradas Digital.
En el fuero de Familia la MEED registró en el mismo período se dieron 32.474 movimientos y se subieron 37.796 archivos. Este fuero fue uno de los que más urgencias debió atender durante la pandemia, relacionadas con regímenes de comunicación, cuota alimentaria y cuestiones de violencia doméstica.
En el caso de los métodos autocompositivos de resolución de conflictos, en los dos últimos meses se registraron 2433 ingresos. Río Negro fue la primera provincia en realizar un protocolo específico para continuar con el mecanismo en contexto de pandemia.
Más de 100 mil presentaciones digitales
En los fueros laborales, civil, de Familia y Juzgados de Paz, la implementación a partir del 1 de agosto del expediente completamente digital ya generó 101.770 presentaciones a través de la Mesa de Entradas de Escritos Digitales, con la carga de más de 135 mil archivos.
De las 2520 personas que integran el Poder Judicial, a través del área de informática se instalaron 1240 puestos de teletrabajo.