La construcción del invernadero se ejecutó en una jornada intensa de trabajo y expectativas. La tierra hasta entonces árida y gris fue cobrando aire al paso del motocultivador, que dio movimiento el suelo duro. La mayoría de las seis mujeres entonces detenidas en el Pabellón 11 de Roca pasaron la máquina para preparar la superficie donde luego serían colocados los primeros plantines de lechuga, acelga y espinaca.
Con caños de PVC se montó la estructura con forma de semitúnel de 3 metros de ancho por 9 de largo, que se cubrió con nailon reforzado y se cerró con aberturas de madera. El ingeniero Gastón Tordi y el técnico agrónomo Juan Bustamante, del Ministerio de Agricultura, dirigieron la construcción mientras dos internos que están al frente del proyecto de huerta orgánica del sector masculino aportaban importantes consejos y materiales a las futuras productoras. Las mejores horas para plantar y cosechar, los beneficios del riego por goteo, las variedades que corresponden a cada temporada y algunos secretos del cuidado de la producción fueron los conocimientos compartidos y multiplicados desde el inicio de la construcción del invernadero.
El proyecto llegó al Penal 2 junto a un kit que incluye carretilla, pala, azadín, carpidor y el asesoramiento permanente de los técnicos. Pero la plantación significa mucho más: trabajo conjunto, tiempo de aprendizaje, empoderamiento de las mujeres detenidas desde la adquisición de conocimientos y la autoproducción, mejoras en la seguridad y la autonomía alimentarias y generación de un espacio de encuentro y desarrollo personal.
Acompañamiento
En el año 2013 comenzó el proyecto “Premura”, reuniendo los esfuerzos del Poder Judicial, la Universidad de Río Negro, el Servicio Penitenciario Provincial, el Instituto de Asistencia de Presos y Liberados y otras instituciones para promover el respeto de las reglas internacionales de tratamiento penitenciario para mujeres privadas de la libertad. De allí derivó recientemente el programa “Mujeres Privadas de la Libertad pero con Derechos”, coordinado por la Oficina de Género del Poder Judicial y otras instituciones, y que junto con la Dirección de Agricultura del Ministerio provincial encabezan la iniciativa de producción de verduras y hortalizas en invernaderos. Esta experiencia comenzó en Viedma en 2017 y en los últimos meses tomó forma en las cárceles de Bariloche y Roca.
El Proyecto “Premura” y el programa “Mujeres Privadas de la Libertad pero con Derechos” se encuadran en las acciones que nacen del Acuerdo Marco Interpoderes firmado en el año 2012 y abarca mucho más que los invernaderos, “porque nos convoca a acompañar a las mujeres privadas de la libertad en el ejercicio y desarrollo de todos sus derechos y en su vida dentro del penal, y al misimo tiempo nos exige no sólo el acompañamiento sino también acciones concretas de articulación y gestiones ante los organismos que corresponda, el trabajo con sus defensores, el acompañamiento en las audiencias si así lo necesitan", explicó Beatriz Mosqueira, quien está a cargo de la Oficina de Género del Poder Judicial, que tiene como jueza representante del Superior Tribunal de Justicia a Adriana Zaratiegui.
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